El Dr. Felipe Godínez(1585-1659) era, además de dramaturgo y orador, sacerdote cristiano a pesar de su origen judío. Tal vez, el ser un «cristiano nuevo» influyera a que fuera sometido por la Inquisición a un proceso que le condenaría a un año de prisión y seis años de destierro de Sevilla.
La filóloga y arabista María Soledad Carrasco Urgoiti ( 1922-2007), experta en la problemática en relaciones entre cristianos viejos y neoconversos, nos dejó un excelente estudio sobre esta comedia. Reconoce que aunque actualmente no sea viable para la representación ni la lectura de puro recreo, merece un modesto lugar en el repertorio manejado por los investigadores por sus características.
Carrasco Urgoiti considera que la obra la escribió después del Auto de Fe a partir de 1624. El título de la obra es bien significativo. En aquella época había un dicho muy parecido: «Nunca de buen moro buen cristiano». Este y otros refranes reflejan la desconfianza de los cristianos viejos hacia los cristianos nuevos y que el propio Godínez sufrió en sus carnes. No se puede descartar la posibilidad de que el refrán generase en su natural cauce la variante contradictoria. Godínez, sin duda, utilizó la figura de un cristiano nuevo como San Bernardo para defender a los conversos de la sociedad de entonces. Intentaba llegar a la conciencia de su público el error de despreciar a los neocristianos.
Al igual que otras obras de Godínez ésta debió gozar de cierta aceptación, ya que se imprimió como suelta más de una vez. Probablemente fue una obra encargada, tal vez por el monasterio de Poblet, con motivo de la festividad de la Asunción. Algo típico del momento para fomentar la fe popular en las festividades religiosas.
La obra se toma muchas libertades y no sigue fidedígnamente la historia de San Bernardo. Así, la primera vez que San Bernardo llega al Monasterio de Poblet es para incendiarlo. Zaida, no es su hermana, es su amante y su martirio ocurre en las cercanías de Poblet. Parece que todas estas alteraciones no supuso que la obra fuera censurada por la iglesia.
Hoy en día esta obra es imposible de encontrar. Afortunadamente está disponible en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Por tanto, todo el mundo la puede