Dos noticias sobre la ermita de San Bernardo en el «Llibre de diverses statuts e ordenacions de la villa d’Alzira »
Portada del libro
El «llibre de diversos status e ordenacions fet per lo consell de la vila de Algezira » [1], códice que se conserva en nuestro rico Archivo Municipal, contiene interesantes noticias sobre la historia medieval y moderna de nuestra ciudad.
Sabido es, tal y como señala el canónigo Jaume Cervera, autor de una historia de nuestros Santos Patronos [2], que tras la incorporación de la villa de Alzira a la civilización cristiano-occidental, en 1242, el monarca Jaime I, noticioso del martirio de San Bernardo y sus hermanas «hizo buscar sus cuerpos, y certificado del lugar de su martirio, no sin manifiestas señales del Cielo, fueron hallados en el mismo sitio, en donde fueron martirizados, y mandó fabricar allí una iglesia en honra de nuestros mártires ».
Si bien el cronista hace referencia a una iglesia, no es menos cierto que debió tratarse más bien de una capilla o ermita donde sabemos se construyó «un sumtuoso túmulo, sustentado de seis colu(m)nas donde fueron colocados los cuerpos … con una estatua de piedra de nuestro santo y a los pies de ella un rótulo que con letras doradas decía: Hic iacet corpus Sancti Bernardi, martyris y alrededor cuatro ángeles con sus candeleros de piedra, y en el remate de dicho túmulo puso el rey sus armas para eterna memoria ».
A esa capilla o ermita-santuario de las insignes reliquias de quienes con el tiempo serían especiales protectores de Alzira y de la Ribera del Xúquer- que debió ser objeto constante de obras y reparaciones, sin duda para mostrarla con el mayor esplendor posible, se refiere el acuerdo sobre empréstitos y fianzas del Consell de la villa que el 20 de agosto de 1369 acordó, entre otras cosas, que en lo dicho no se viera afectada de ningún modo la limosna o caridad «l’almoyna acostumada a fer a Sent Bernat ne al convent e frares de Sent Augustí de la dita vila, les quals almoynes los dits jurats e consell puxen fer segons és acostumat ». Y, abundando en lo dicho, ese mismo día, el propio Consell, al tratar sobre la necesidad de que para poder efectuar determinadas obras aquellas tuvieran que ser aprobadas por el Consell General excluyó «la obra de Santa Caterina (e) de Sent Bernat, les quals obres novellament són atorgades fer, ne encara la obra del cobriment de l’almodí ».
En 1558 se edificó nuevo templo y convento del que tomaron posesión los Padres Trinitarios pero no debió ser demolida la vieja ermita, a la que hemos hecho referencia, dado que Cervera señala que la antigua capilla se amplió y renovó, en 1668, por no ser capaz «para los concursos de los fieles, que por sus votos, promessas, romerías y acciones de gracias la frequantavan », si bien a partir de esa misma fecha se dedicó a los tres santos hermanos una nueva capilla separada del cuerpo del templo y adonde fueron trasladados los cuerpos tras una semana de solemnísimas fiestas a las que concurrieron «los más célebres oradores del Reyno a celebrar las glorias de tan ilustres mártires ».
Aureliano J. Lairón Pla
Cronista Oficial de la ciudad de Alzira
- NOTES:
- [1] – «Libre de diverses status e ordenacions fets per lo consell de la vila de Algezira », ed. a cura d’Aureliano J. Lairón Pla, Universitat de València », (Valencia, 2001).
- [2] – CERVERA, J., «Las tres púrpuras de Alzira ». (Valencia, 1702).