Los Casalicios del puente de San Bernardo en Alzira

Una tradición perdida

«Fíjate en esas lápidas. Observa que están brillantes en su parte inferior. Aguarda y verás el porqué». No tardé en comprender la causa. A los pocos minutos, un par de enlutadas señoras se detuvieron ante uno de los casalicios y se santiguaron tras rozar con la yena de sus dedos la piedra epigráfica. «Esta tradición es tan antigua como el puente».

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