Recientemente el Museu Arqueològic d’Ontinyent i la Vall d’Albaida–MAOVA recibió la donación de un conjunto de piezas etnológicas del médico Francisco Galiana Gisbert. Entre otras piezas había un azulejo policromado correspondiente al tema central de un plafón cerámico devocional en el cual aparecía representado San Bernardo Mártir.
El domingo 29 de abril se ha celebrado, un año más, la popular Ruta Bernardina a pie, siguiendo el camino de huida de los mártires patronos de Alzira y de Carlet. Puntuales a la cita, a las 8.00 se congregaron en la ermita de San Bernardo de Carlet, cuna de los Patronos, más de 200 peregrinos para iniciar la etapa.
Los Casalicios de los Santos Patronos fueron construidos en 1717 sobre el entonces llamado puente de San Agustín. Por tanto, este año cumplen 300 años. Mucho han sufrido los casalicios de Alzira en ese tiempo.
El sábado 28 de mayo se celebró la IV edición de la Ruta Bernardina, una jornada que volvió a ser el punto de encuentro de numerosos vecinos de las poblaciones de la Ribera. Ruta que tiene como hilo conductor la historia de los Santos Bernardo, María y Gracia. En esta ocasión fueron cerca de trescientos peregrinos, algunos a caballo o en carruaje.
El Museu Municipal d’Alzira-MUMA, realiza una gran labor para conservar y recuperar el patrimonio local. A lo largo del tiempo ha ido reuniendo una interesante colección de piezas de temática bernardina de diferente índole.
Los ayuntamientos de Alzira y de Carlet, con la colaboración del Patronato de Turismo «València, Terra i Mar» de la Diputación de Valencia, organizaron el pasado 11 de marzo de 2012, la primera marcha a pie por la «Ruta Bernardina», de Carlet a Alzira. Este camino que recorre la comarca de la Ribera está homologado por la Federación de Deportes de Montaña y Escalada como PRCV 421.
Alzira como su nombre indica era una isla, hoy algo impensable. La pérdida de su insularidad por la desaparición del río Júcar a su paso por el centro de la ciudad, y del Puente de San Bernardo, que unía los dos márgenes, ha contribuido no sólo a desfigurar su estado original, si no también a perder una de sus principales señas de identidad.
Fue el rey Jaime I quien perpetuó la memoria de San Bernardo al promover las investigaciones que llevaron a cabo para descubrir los restos del santo. Habían transcurrido 63 años, y posiblemente aún sobreviviría algún testigo del fatídico fratricidio que debió conmocionar a las poblaciones ribereñas.
En este artículo os invitamos a hacer un retroceso en el tiempo, para seguir los últimos pasos de los estimados Santos por nuestras tierras, y tratar de deducir cuál fue el camino que recorrienron huyendo de la persecución a la que fueron sometidos hasta la fatal detención y martirio.
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